Que hacer para que las fotos no salgan quemadas?

Controla la exposición

La exposición es la cantidad de luz que llega al sensor de la cámara. Si hay demasiada luz, es más probable que las fotos salgan quemadas. Para controlar la exposición, puedes utilizar la función de compensación de exposición de tu cámara o ajustar la velocidad de obturación, la apertura y la sensibilidad ISO.

Utiliza correctamente el histograma

El histograma es una representación gráfica de la distribución de los tonos de luz en una imagen. Puedes utilizarlo para evaluar si una foto está sobreexpuesta (quemada) o subexpuesta (demasiado oscura). Ajusta los ajustes de la cámara según lo necesites para conseguir un histograma equilibrado.

Evita la luz directa y brillante

La luz directa y brillante, como la luz del sol al mediodía, puede causar sobreexposición en tus fotos. Intenta tomar fotos en las horas de la mañana o de la tarde, cuando la luz es más suave y difusa. También puedes utilizar filtros ND (densidad neutra) para reducir la cantidad de luz que llega al sensor de la cámara.

Utiliza el modo de medición correcto

La mayoría de las cámaras ofrecen diferentes modos de medición, como el modo puntual, el modo ponderado al centro y el modo matricial. Cada uno de estos modos mide la luz en diferentes áreas de la escena. Experimenta con los diferentes modos para encontrar el que funcione mejor en diferentes situaciones de iluminación.

Dispara en formato RAW

El formato RAW conserva más información de la imagen que el formato JPEG, lo que te da más flexibilidad para corregir la exposición en la postproducción. Si tus fotos salen sobreexpuestas, puedes reducir la exposición y recuperar detalles en las áreas quemadas al editar el archivo RAW.

Siguiendo estos consejos, deberías poder evitar que tus fotos salgan quemadas y obtener imágenes bien expuestas y de alta calidad. ¡Buena suerte!